“¿Tengo que llegar muriéndome para que me atiendan?” – Entendiendo la Ley de Emergencias y la Saturación en los Servicios de Salud
“
¿Tengo que llegar muriéndome para que me atiendan?” es una frase que quienes trabajamos en emergencias escuchamos con frecuencia. Y aunque tiene algo de verdad, vale la pena entender a qué se refiere realmente la Ley 27604 y cómo se ha modificado la atención en emergencias por la realidad del sistema de salud.
La Ley de Emergencias y su Alcance Real
La Ley 27604 establece que todos los establecimientos de salud están obligados a prestar atención médico-quirúrgica de emergencia a cualquier persona cuyo estado represente un riesgo grave para su vida o salud. Esta normativa responde a la esencia de los servicios de emergencia: atender prioridades I, casos en los que existe un peligro inmediato de muerte o discapacidad significativa si no se interviene de forma urgente. La ley refuerza la obligación de atender estos casos independientemente de la capacidad de pago del paciente, priorizando la vida sobre cualquier otro criterio.
La Saturación de los Servicios de Emergencias
Si bien las emergencias deben estar orientadas a casos de riesgo inminente, la falta de servicios ambulatorios adecuados y la demanda no cubierta en los consultorios externos han llevado a que los servicios de emergencia se vean sobrecargados con pacientes que no cumplen los criterios de gravedad. Esto genera que los verdaderos casos de emergencia —las prioridades I— deban esperar o recibir una atención diluida en un ambiente de saturación.
Este fenómeno lleva a que los pacientes perciban que deben estar “muriéndose” para recibir atención rápida, cuando en realidad es el sistema el que está diseñado para priorizar situaciones de riesgo extremo. El problema radica en que muchos de los pacientes que llegan a emergencias podrían haber sido atendidos en otros servicios si existiera una oferta ambulatoria suficiente.
¿Cómo Abordar la Situación?
La solución no es sencilla y requiere tanto de mejoras en la oferta de servicios ambulatorios como de educación a la población sobre el uso adecuado de los servicios de emergencia. Es fundamental que los pacientes comprendan que acudir a emergencia no siempre garantiza una atención rápida si no presentan un riesgo vital, ya que las emergencias están orientadas a salvar vidas en peligro inmediato.
Reflexión Final
La frase “Tengo que llegar muriéndome para que me atiendan” puede ser acertada en su interpretación de cómo funciona el sistema de emergencias, pero es un reflejo de las limitaciones estructurales que enfrentamos en el sistema de salud. Fortalecer la atención primaria y ambulatoria podría ser la clave para descongestionar las emergencias y devolverles su rol esencial: atender las verdaderas emergencias.

Comentarios
Publicar un comentario